
Estás en tu oficina, caminando por el pasillo, y ves a un grupo de tus colegas platicando junto al escritorio de uno. ¿Qué haces?
- Saludas y te quedas a platicar un poquito con ellos
- Saludas y te sigues caminando
- Te das la media vuelta y a ver cómo le haces para llegar a tu destino
- Nervios, presión elevada, escuchas tu corazón en los oídos, empiezas a pensar qué pasaría si te caes en frente de ellos, ves borroso, tiemblas, piensas que seguro te están criticando, empiezas a sudar, y cuando te das cuenta ya los pasaste y te seguiste sin siquiera voltear a verlos
Si elegiste la opción “d”, es muy probable que tengas ansiedad social.
Si elegiste alguna de las otras opciones, también es posible que tengas ansiedad social. No todos sentimos la ansiedad de la misma manera y todos la procesamos de formas distintas.
¿Qué es la ansiedad social?
La ansiedad social, o fobia social, es un trastorno de salud mental que padece entre el 2 y el 3% de la población.
Las personas con ansiedad social tienen miedo de:
- Los demás los observen
- Los demás los juzguen
- Actuar de manera ridícula o poco aceptable en público
- Que los demás tengan opiniones negativas de ellos
- Que los demás se den cuenta de que tienen ansiedad social
- Muchas más cosas…si tienes ansiedad social seguro tienes una lista larguísima de situaciones que te dan miedo o te causan estrés
Estos miedos son tan grandes que les impiden a las personas con ansiedad social funcionar de manera natural en su vida diaria, y llegan a incapacitarlos.
Además, padecer tanta ansiedad de manera cotidiana hace que:
- El cerebro constantemente esté liberando adrenalina y cortisol, entre otros químicos relacionados con el estrés. A largo plazo, esto llega a agotar tu glándula suprarrenal y puede causar depresión, dolores de cabeza y…¡más ansiedad!
- El sistema cardiovascular se desregule e incremente el riesgo de presión elevada y enfermedades cardiacas
- El sistema digestivo se vea afectado y se vuelva más sensible, o desarrolle una enfermedad como el síndrome del intestino irritable
- Entre otros…
En fin – la ansiedad social no es buena ni para la salud emocional, ni para la salud física.
¿Por qué tengo ansiedad social?
Claro, esa es la pregunta principal que tienen todas las personas con ansiedad social: ¡¿por qué yo?!
Estaría bien tener una respuesta definitiva, ¿no?
Desafortunadamente, no hay una respuesta definitiva. Algunos estudios han determinado que puede ser hereditario, y algunos han determinado que se debe a factores ambientales. Otros estudios han determinado que la ansiedad social, al igual que otros tipos de ansiedad, puede surgir de una falta de desarrollo de ciertas partes del cerebro.
Lo más común en las personas que tienen ansiedad social es una falta de habilidades sociales. Si no tienes buenas habilidades sociales, es probable que:
- Te cueste mucho trabajo interactuar con los demás, por lo que te puedes sentir desanimado cuando tus interacciones salen mal
- Te cueste trabajo interpretar las acciones de los demás, y seguido las malinterpretas
- Tengas baja autoestima porque piensas que las demás personas tienen opiniones negativas acerca de ti
- Tengas ciertas reglas rígidas de cómo se debe de comportar la gente, y si las rompes te sientes como un fracaso
- No siempre entiendas lo que siente la gente por ti
- Te sientas confundida/o constantemente al interactuar con otros, y más en grupos grandes
- Te sientas híper-vigilante siempre que estás en una situación social
Las habilidades sociales engloban todo desde la iniciación de una conversación hasta tener una relación cercana con alguien. Vivimos en una sociedad, lo cual implica que tenemos que socializar con los demás para formar parte. Si las habilidades sociales se te complican, y hasta te causan ansiedad social, es probable que tu vida sea más difícil de lo que tiene que ser.
Un programa de habilidades sociales personalizado en Meta, te puede ayudar a aprender las habilidades que te hacen falta. Nuestros programas varían de persona en persona, y son de enorme ayuda para aquellos que sufren de ansiedad social.
¡Aprender habilidades sociales puede cambiar tu vida!